PELICULA AVATAR dos formas de ver la realidad

“Te veo”

“Te veo”

Así se saludan los habitantes de Pandora en la película Avatar –que bonito saludo-.

Cuantas veces nos relacionamos y no nos vemos verdaderamente más allá de las apariencias.  Te veo implica verte realmente tal como eres, sin mis proyecciones y aceptándote plenamente. Si tú me ves yo existo para ti.

Pandora es un planeta con una cultura realmente ecológica, espiritual, chamánica en suma. La interrelación de todo lo vivo allí es una realidad y sus habitantes lo saben; ellos cuidan y protegen la vida de su planeta, su vida. Cualquier daño a una parte del sistema es un daño al conjunto, es un daño al resto de las partes;  dañando al sistema se dañan a sí mismos y ellos son conscientes de ello. Todas las culturas chamánicas de la antigüedad y todos los practicantes de chamanismo actuales lo sabemos. La tierra esta herida, Gaia está enferma y solo una revolución de la conciencia la puede salvar. Solo recuperando la  conciencia de la interrelación de todo lo vivo podremos sobrevivir. No se trata de creer;  se trata de verlo, de sentirlo.

Hoy el Chamanismo resurge con fuerza, adopta nuevas formas; se adapta a la cultura urbana pero mantiene intacta la posibilidad de ampliar nuestra percepción de la realidad, ensanchando las fronteras de lo posible. Con esta percepción ampliada podemos “ver” la realidad de una forma más cercana a lo que realmente es, podemos trazar un mapa del territorio mucho más preciso. Podemos percibir la realidad como un flujo permanente de formas interrelacionadas entre si, donde todo está conectado y donde nada ocurre por azar. Realmente  vivimos en un universo ordenado donde nuestra fuerza, amor y sabiduría se nutren constantemente de la FUERZA, AMOR Y SABIDURIA del UNIVERSO.

En la película se enfrentan dos concepciones de ver la realidad y por tanto de entender el mundo. La visión materialista y exclusivamente racional donde prima el beneficio empresarial que lleva al espolio de recursos materiales y culturales y la visión holística e integradora donde el respeto por todo lo vivo se convierte en el eje y fundamento de toda una cultura, aparentemente salvaje y subdesarrollada pero en realidad mucho más sabia y preparada para perdurar.

Los que ya hacéis viajes chamánicos a la realidad no ordinaria disfrutareis especialmente de esta película, de sus paisajes, de su flora de su fauna. Los que nunca lo habéis hecho disfrutareis de la imaginación tan desbordante y de su creatividad al tiempo que sentís que este mundo os esta evocando, al fin y al cabo, algo no tan extraño ni desconocido.